miércoles, 29 de octubre de 2008

CREE EN TI MISMO

Los psicólogos están de acuerdo que los rasgos de las personalidad los adquirimos durante la infancia. Esto quiere decir que nuestra forma de ser depende de las experiencias que vivimos en esa importante época de nuestra vida.Quiere decir también que si un niño se desarrolla rodeado de afecto, en un ambiente familiar que le brinda seguridad, es estimulado a desarrollar sus habilidades, además se le evita cualquier circunstancia que pudiera dañarlo y a parte de todo se le inculcan sentimientos positivos acerca de si mismo; sin duda, tendremos un adulto seguro, sin complejos y que triunfara en la vida sin ningún problema.Por lo general, nuestra infancia no transcurre en tan ideales circunstancias, además cada uno es diferente y siente y percibe las cosas que pasan de una forma distinta cada vez.Lo que afecta a uno puede ni siquiera importar a otro. Es por eso que los hermanos que aparentemente se desarrollan en exactas circunstancias tienen personalidades tan diferentes. El aspecto de nuestra personalidad que se ve más afectado es el más importante de todos:
LA AUTOESTIMA
El secreto de porque una persona triunfa y otra no, de porque unas personas tienen y hacen lo que quieren y otras se tienen que conformar con lo que la vida le regala es: La Autoestima.Para que te des una idea de lo importante que es checa lo que pasa cuando cuando una persona tiene baja autoestima:
- Se siente incompetente e indigno.
- No puede ver sus valores positivos y está demasiado obsesionado por sus errores del pasado y por la posibilidad de cometer mas errores.
- Siente que vale poco así es que espera ser engañado, maltratado y despreciado por los demás y de hecho sucede.
- Cuando esperas lo peor, te descuidad y permites que suceda.
- Se vuelve apático, indiferente a si mismo y hacia los que lo rodean.
- No puede ver, escuchar ni pensar con claridad y por lo tanto tiende a sufrir el maltrato y desprecio de otros.
- se juzga y se rechaza y esto es tan doloroso que evita cualquier cosa que pueda agravar ese dolor.
- Le es difícil conocer gente, buscar un buen trabajo o esforzarse en triunfar ante la posibilidad del fracaso.
En cambio, cuando tenemos una autoestima alta:
- se tiene la sensación de ser importante.
- Tenemos fe en nuestras habilidades.
- Podemos pedir ayuda cuando la necesitamos y conservamos la confianza de poder tomar nuestras propias decisiones.
- Se puede respetar el valor de los demás.
- Irradiamos esperanza y confianza en nosotros mismos.
- Nos aceptamos por completo tal y como somos.
- Estamos felices con nuestra forma de ser y a gusto con los que nos rodean.
- Se tienen metas alta y objetivas.
- Se tiene tranquilidad de espíritu.
- Podemos amar.
- Obtenemos respeto de los que nos rodean.
- Se tiene confianza en el futuro.
Bueno ya sabes lo importante que que es; te tengo buenas noticias:
El sentimiento de valer poco fue aprendido y todo lo que aprendes lo puedes reemplazar con nuevos conocimientos.

sábado, 25 de octubre de 2008

El cruce del rio

Había una vez dos monjes Zen que caminaban por el bosque de regreso al monasterio. Cuando llegaron al río una mujer lloraba en cuclillas cerca de la orilla.
Era joven y atractiva.
- ¿Que te sucede? - le preguntó el más anciano.
- Mi madre se muere. Ella esta sola en su casa, del otro lado del río y yo no puedo cruzar.
Lo intente - siguió la joven - pero la corriente me arrastra y no podré llegar nunca al otro lado sin ayuda… pensé que no la volvería a ver con vida. Pero ahora… ahora que aparecisteis vosotros, alguno de los dos podrá ayudarme a cruzar…
- Ojalá pudiéramos - se lamento el más joven. Pero la única manera de ayudarte sería cargarte a través del río y nuestros votos de castidad nos impiden todo contacto con el sexo opuesto. Eso esta prohibido… lo siento.
- Yo también lo siento- dijo la mujer y siguió llorando.
El monje mas viejo se arrodillo, bajo la cabeza y dijo:
- Sube.
La mujer no podía creerlo, pero con rapidez tomó su atadito con ropa y montó a horcajadas sobre el monje.
Con bastante dificultad el monje cruzó el río, seguido por el otro más joven.Al llegar al otro lado, la mujer descendió y se acerco en actitud de besar las manos del anciano monje.
- Está bien, está bien- dijo el viejo retirando las manos, sigue tu camino.La mujer se inclinó en gratitud y humildad, tomo sus ropas y corrió por el camino del pueblo.
Los monjes, sin decir palabra, retomaron su marcha al monasterio…Faltaban aún diez horas de caminata.Poco antes de llegar, el joven le dijo al anciano:
- Maestro, vos sabéis mejor que yo de nuestro voto de castidad. No obstante, cargaste sobre tus hombros a aquella mujer todo el ancho del río.
- Yo la llevé a través del río, es cierto, ¿pero qué pasa contigo que la cargas todavía sobre los hombros?

sábado, 20 de septiembre de 2008

No culpes a nadie

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfrentala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos.
No te amargues por tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, aceptate ahora o seguiras justificándote como un niño. Cualquier momento es bueno para comenzar y ninguno es tan terrible como para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, asi como la causa de tu futuro sera tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes de quien no acepta situaciones. Piensa menos en tus problemas y más en tu labor y estos desaparecerán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mirate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias. Porque tú mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Edifica la piramide de tu futuro


¿Para que vivimos, comemos, trabajamos y amamos? ¿Por que? Goethe contesto: "por el deseo de erigir, tan alta como sea posible de mi existencia, cuya base me ha sido dada". La fiebre constructora de pirámides de nuestros antepasados también tenia ese propósito. No buscaban tanto honrar a sus dioses o a sus muertos, como perpetuar la memoria de su propia existencia. El planeta esta salpicado de pirámides que han resistido el ataque del tiempo.
Tu recibiste, al nacer, la base de tu pirámide. Es la herencia vital que todos recibimos. Ahora te toca construir sobre esa base tu propia existencia. Construye tu pirámide tan alta como sea posible. Tu y solo tu, puedes fijar la altura de tu propia cumbre.
El derecho de nacer te confiere el derecho de construir la pirámide de tu existencia. Y también te ha impuesto la obligación. Si naciste, puedes; si puedes, estas obligado. Si vives, debes construir tu propio destino.
Cuando hayas escalado tu propia cumbre, cuando hayas dado cima a tu pirámide, cuando hayas hecho de tu vida una hermosa realización, es posible que saborees el éxito, la fama y el dinero. Es justo que algunos reciban en ese tipo de moneda el valor de su triunfo. Puede buscarse y debe alcanzarse cuanto sea posible, ese tipo de recompensa.
Pero recuerda que el objetivo de la vida no es triunfar. No es el éxito, ni asegurarse la fama ni la gloria, porque todo esto es pasajero. Nada de esto puede constituir el objetivo final de la vida. si así fuera, tendríamos que considerar fracasados a algunos personajes mas grandes de la historia.
Deberíamos condenar al fracaso a la mayor parte de los hombres porque muy pocos reciben en ese tipo de moneda el valor y la recompensa de su triunfo.
No. Ese no es el objetivo. El propósito es tener en todo momento el derecho de proyectar un rayo de luz en nuestro paisaje interior y hallar allí razones para sentirnos orgullosos de nuestra vida. Es cumplir el propósito de nuestra existencia. Es hallar en nosotros mismos el testimonio de no haber vivido en vano. Es hacer de cada día una pequeña eternidad. Es como decía Miguel de Unamuno, poner eternidad en el momento. Esta sera tu pirámide. Tal vez no sea muy alta, pero sera perfecta, porque sera la obra maestra de tu vida.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Eres el arquitecto de tu propio destino

Un maestro albañil, ya entrado en años, estaba listo para retirarse. Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construccion para llevar una vida mas placentera con su familia.
El jefe sentia mucho ver que su mejor empleado dejara su compañia y le pidio que construyese una sola casa más, como favor personal.
El albañil accedio, pero se veia facilamente que no estaba poniendo el corazon en su labor. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera.
Cuando el albañil termino su labor y su jefe fue a inspeccionar la casa, el jefe le extendio las llaves de la puerta principal. "Esta es tu casa -le dijo-, un regalo para ti".
¡Que tragedia! Si solamente el albañil hubiese sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera diferente, ahora tendria que vivir en la casa que construyo, no muy bien que digamos.
Si continuamos nuestras vidas de manera distraida, poniendo en ella menos de lo que merece, veremos la situacion que hemos creado y encontraremos que estamos viviendo en la casa que nosotros hemos construido.
Piensa como si fueras el albañil. Piensa en tu casa. Cada dia clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construye con sabiduria. Es la unica vida que podras construir. Tu vida, mañana sera el resultado de tus actitudes y elecciones hechas hoy.