lunes, 2 de noviembre de 2009

El cielo y el infierno


Un guerrero samurai se presentó ante un gran maestro zen y le preguntó:
- Maestro, ¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? ¿Donde estan las puertas de entrada?
¿Cual es el camino que conduce a ellas?
El samurai era un guerrero sencillo y no pretendía aprender ninguna doctrina, solo quería saber donde estaban las puertas para evitar el infierno y entrar al cielo. Los samurais solo conocen dos cosas: la vida y la muerte.
Entonces el maestro le respondio con otra pregunta:
-¿Quien eres? -Le cuestiono.
-Soy un samurai - le respondio el guerrero -. Soy un jefe de samurais. Hasta el emperador mismo me respeta .
En Japón ser samurai es algo que da mucho prestigio.
Un samurai es un guerrero perfecto, un hombre que no dudaría un instante en arriesgar su vida.
- ¿Un samurai tú? pareces un mendigo -dijo el maestro, mientras se reia frente a él, provocando su ira.
El samurai se sintio herido en su orgullo y olvidando su propósito saco su espaday cuando estaba a punto de matar al maestro zen, éste, levantando la mano, le dijo:
-Esta es, precisamente, la puerta del infierno: esta espada, esta ira y esta arrogancia te abren la puerta.
Inmediatamente el samurai entendió y puso de nuevo la espada en su cinto. Entonces el maestro le dijo:
-Aqui es cuando se abren las puertas del cielo.

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