sábado, 31 de enero de 2009

¿POR QUE TE QUEJAS?

Si llevas las velas recogidas,
¿Por qué te quejas de no tener un buen viento que te impulse?
Si llevas enrollada tu bandera
¿Por qué te quejas que los demás no se contagien con tu verdad?
Si te sientas en la primera piedra.
¿Por qué te quejas de quedar siempre a medio camino?
Si a la hora de la tempestad desistes de llevar el timón,
¿Por qué te quejas de tantos tumbos y de tanto andar a la deriva?
Si a la hora del dolor emponzoñas y ahondas la herida,
¿Por qué te quejas de no poder cicatrizarla?
Si lo que transmites es inquietudes y desazón,
¿Por qué te quejas de quedarte cada día más solo?
Si a la hora de cooperar te encierras en tu concha,
¿Por qué te quejas que el oleaje te pase por alto y barra contigo?
Si a la hora de conocer y servir a Dios te apartas de El.
¿Por qué te quejas de que te suelten la mano?
Si al hora de hacer un recuento estas inconforme.
¿Por qué te quejas si no has sabido vivir?
No abres surcos, y anhelas la siembra,
No abres los ojos ala vida, y quieres la luz.
¿Por qué pides, si no sabes dar?
¿Por qué reclamas, si nada te sirve?
¿Por qué, si cierras los ojos ante el dolor que pasa a tu lado y cierras la voluntad ante los compromisos de tu tiempo, le tienes tanto miedo a tu propio vacio?
¿Por qué, si obras con egoísmo, vives con aturdimiento y rezas con indiferencia, le tienes tanto miedo a tu propio abismo?
¿Por qué si rechazas la luz de Dios y vives apagando las estrellas, le tienes tanto miedo a tu propia oscuridad?
¿Por qué?

viernes, 30 de enero de 2009

La tristeza y la furia


En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizá donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta... donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas... había una vez una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores y donde miles de verdes se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse, haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y, desnudas, entraron al agua.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se bañó rápidamente y más rápidamente aún, salió del estanque...
Pero la furia es ciega, o por lo menos, nos distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró, que resultó no ser la suya, sino la de la tristeza...
Así vestida de tristeza, la furia desapareció en el bosque.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y, sin apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del agua. Ya en la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.
Así nos sucede a todos. Avasallados por un dolor que nos inunda, decidimos cambiar -sin ser conscientes de lo que hacemos- nuestro dolor por el enojo. En algún lugar creemos que manejamos mejor a éste que a aquél. Nos enojamos con la muerte de un ser querido. Nos ponemos furiosos con la infidelidad del ser amado. Conectamos con la ira cuando las cosas públicas de nuestro querido país no terminan de acomodarse. Reprochamos, enojados, a nuestro mejor amigo que nos tiene un poco olvidados...
En realidad, detrás de todas estas reacciones, una emoción más aunténtica nos invade. Nos duele, nos apena, nos lastima, nos entristece.
Como profesional de la salud y como investigador de la conducta humana, le puedo asegurar que sería mejor aprender y ejercitar el conectarnos cada vez más con nuestras emociones, cualesquiera que sean.
Hoy le propongo que dejemos de escondernos detrás de nuestra furia. Le propongo llorar en vez de gritar. Le propongo sentir su tristeza en lugar de su enojo. Le propongo poner en palabras lo que siente, en lugar de dañar a los que quiere para tapar su dolor.
No es un camino fácil ni placentero pero es, sin lugar a dudas, el camino más corto a nuestro desarrollo como personas y a la conquista del mayor de los desafíos: animarnos a ser quienes somos.

martes, 27 de enero de 2009

EL TRIUNFO

· Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar…
· Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti, y dejes de preocuparte por el que dirán…
· Cuando tus acciones sean tan conscisas en duración como largas en resultados.
· Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida.
· Cuando sepas distinguir la sonrisa de la burla y prefieras la eterna lucha de la compra de la falsa victoria.
· Cuando el ser espontaneo te libre del método.
· Cuando actúes por convicción y no por adulación.
· Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad.
· Cuando sepas perdonar, tan fácilmente como ahora te disculpas.
· Cuando puedas caminar junto sal pobre sin olvidar que es un hombre y junto al rico sin pensar que es un Dios.
· Cuando puedas enfrentarte a tus errores tan fácil y positivamente como a tus aciertos.
· Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.
· Cuando sepas manejar tu libertad para pensar, hablar, leer, escribir y hasta escuchar sin caer en los excesos.
· Cuando sepas obsequiar silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia.
· Cuando ya no debas sufrir para conocer la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas, por el placer.
· Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en tu propia persona. Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma.

ENTONCES Y SOLO ENTONCES, SERAS UN
¡TRIUNFADOR!

domingo, 25 de enero de 2009

¿Hombre o Varón?



¿Que es un hombre de verdad?


¿En que consiste la verdadera hombría?


¿Cuando un hombre es verdaderamente un hombre?
La respuesta a estas preguntas implica una forma de ver la vida y una forma de ser. Nadie puede cumplir su misión en la vida y no a contestado a estas preguntas. Como vez, la respuesta a la pregunta ¿Que es un hombre? Es de suma importancia.
Conviene que reflexiones en esto. El varón nace, el hombre se hace. Ser hombre es una conquista. Ser varón es un accidente biológico. Todo niño de sexo masculino es un varón, pero solo un adulto puede ser hombre. Ser varón es una disposición de la materia y la apariencia. Ser hombre es un estado de las fuerzas interiores y de las facultades mas elevadas del ser. Un varón no es más que una posibilidad de ser hombre. Lamentablemente, esa posibilidad se frustra con mas frecuencia delo que perece. No todos lo varones adultos son hombres de verdad. Algunos nunca llegan a serlo.
Toda persona tiene una razón de ser. Cada uno nació para cumplir una misión única y particular; el sexo que tiene cada uno es parte importante de las facultades que recibió para cumplir la obra de su vida.
Pero todo esto en otra dimensión. Por lo pronto ser varón es un hecho en el cual no interviniste. Ser hombre constituye tu compromiso y tu tarea. Llegar a ser hombre de verdad será la obra de tu vida. La pregunta ¿Quién es verdadero hombre? Contestan: el que practica la violencia y la sexualidad libre. La formula del hombre que nos dan incluye el horror la matanza y el desenfreno sexual.
Todas estas características revelan su naturaleza animal. Así los jóvenes se forman una idea equivocada de lo que es un verdadero hombre. Esta falsificación de la verdadera hombría se llama machismo y es muy común en el mundo entero, especialmente en América latina. ¿Quién es un macho? El que declara que no teme a nada ni a nadie; ni siquiera la misma muerte. Es el valiente que esta dispuesto a partirse el alma, por cualquier causa, con cualquiera, a cualquier hora y en cualquier lugar. ¿Has visto un ejemplar de esos? Supongo que si. Abundan mucho y son fáciles de reconocer. Algunos se dejan desabrochados los primeros tres botones de la camisa para mostrar que son hombres de pelo en pecho. Pero es en su concepto de la mujer donde el macho muestra mejor su pelaje. El macho se jacta de masculinidad. Es el que husmea el aire cuando pasa cualquier mujer y no resiste la tentación de decirle algo si la considera atractiva por ejemplo “adiós mamacita”, el que cuida a su hermana pero es muy capaz de deshonrar a la a hermana de su amigo. Macho es el que exige que la mujer con quien se case sea virgen aunque el no lo sea, es el que obliga a su mujer a ser fiel a un que el busque beber de la copa ajena. Macho es el que a cultivado las cualidades animales de cuerpo en desmedro de las facultades espirituales. Por eso cuando mira a una mujer solo le ve el cuerpo y de este solo las partes que se relacionan con el sexo. Es como el animal que carente de facultades espirituales solo reacciona ante estímulos viscerales. El macho incapaz de reconocer a la mujer, incapaz de apreciar el valor de su persona, le pone precio contemplando y calculando el cuerpo de cuello para abajo. Fracciona la unidad del ser entero de la mujer, la despoja de su espíritu y su alma y únicamente la considera como objeto sexual.
¡ Que diferente la actitud del hombre de verdad !
El hombre

viernes, 23 de enero de 2009

El compromiso de vivir



¿Por qué nos resistimos a cambiar? Vivimos en tiempos de mucha velocidad, tiempos que el cambio no puede esperar para mañana; hoy es el día de la decisión y el compromiso. Cada intento por mejorar debemos realizarlo como si fuera nuestra última opción. Definir nuestras metas de superación es renunciar a un mañana mejor. E presente es consecuencia lógica del pasado y el futuro será el resultado de mis acciones de hoy; pensar que mañana algo va a mejorar sin emprender ninguna acción concreta el día de hoy, es petrificar en una esperanza sin base la única garantía del futuro. El compromiso es aquí y ahora. ¿Por qué nos resistimos tanto a mejorar? Estamos instalados en la burguesía de la mediocridad, desechamos la oportunidad de probar nuevos caminos, nos negamos el derecho que todos tenemos a ser mejores, y como nos molesta que se nos critique nuestra tibieza y apatía, ent0onces preferimos pensar: ¿Qué saben ellos de mis circunstancias? ¡Para los demás es fácil decir que yo debo cambiar ¡ ¡ellos no están en mi lugar! ¡Que se vayan muy legos¡ ¡yo estoy bien! Y en el fondo la molestia real es porque sabemos que la crítica es cierta, y descubrimos que nos queda una pequeña chispa de conciencia que nos reclama la superación y nos dice que tenemos mucho camino que recorrer. Sin embargo, la era light nos domina; en nosotros gana la opción de los tiempos del compromiso que nos invita a gozar todo sin esfuerzo. ¿Comprométete hoy con tu vida, acepta el cambio y decídete a triunfar!