sábado, 20 de septiembre de 2008

No culpes a nadie

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfrentala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos.
No te amargues por tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, aceptate ahora o seguiras justificándote como un niño. Cualquier momento es bueno para comenzar y ninguno es tan terrible como para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, asi como la causa de tu futuro sera tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes de quien no acepta situaciones. Piensa menos en tus problemas y más en tu labor y estos desaparecerán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mirate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias. Porque tú mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Edifica la piramide de tu futuro


¿Para que vivimos, comemos, trabajamos y amamos? ¿Por que? Goethe contesto: "por el deseo de erigir, tan alta como sea posible de mi existencia, cuya base me ha sido dada". La fiebre constructora de pirámides de nuestros antepasados también tenia ese propósito. No buscaban tanto honrar a sus dioses o a sus muertos, como perpetuar la memoria de su propia existencia. El planeta esta salpicado de pirámides que han resistido el ataque del tiempo.
Tu recibiste, al nacer, la base de tu pirámide. Es la herencia vital que todos recibimos. Ahora te toca construir sobre esa base tu propia existencia. Construye tu pirámide tan alta como sea posible. Tu y solo tu, puedes fijar la altura de tu propia cumbre.
El derecho de nacer te confiere el derecho de construir la pirámide de tu existencia. Y también te ha impuesto la obligación. Si naciste, puedes; si puedes, estas obligado. Si vives, debes construir tu propio destino.
Cuando hayas escalado tu propia cumbre, cuando hayas dado cima a tu pirámide, cuando hayas hecho de tu vida una hermosa realización, es posible que saborees el éxito, la fama y el dinero. Es justo que algunos reciban en ese tipo de moneda el valor de su triunfo. Puede buscarse y debe alcanzarse cuanto sea posible, ese tipo de recompensa.
Pero recuerda que el objetivo de la vida no es triunfar. No es el éxito, ni asegurarse la fama ni la gloria, porque todo esto es pasajero. Nada de esto puede constituir el objetivo final de la vida. si así fuera, tendríamos que considerar fracasados a algunos personajes mas grandes de la historia.
Deberíamos condenar al fracaso a la mayor parte de los hombres porque muy pocos reciben en ese tipo de moneda el valor y la recompensa de su triunfo.
No. Ese no es el objetivo. El propósito es tener en todo momento el derecho de proyectar un rayo de luz en nuestro paisaje interior y hallar allí razones para sentirnos orgullosos de nuestra vida. Es cumplir el propósito de nuestra existencia. Es hallar en nosotros mismos el testimonio de no haber vivido en vano. Es hacer de cada día una pequeña eternidad. Es como decía Miguel de Unamuno, poner eternidad en el momento. Esta sera tu pirámide. Tal vez no sea muy alta, pero sera perfecta, porque sera la obra maestra de tu vida.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Eres el arquitecto de tu propio destino

Un maestro albañil, ya entrado en años, estaba listo para retirarse. Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construccion para llevar una vida mas placentera con su familia.
El jefe sentia mucho ver que su mejor empleado dejara su compañia y le pidio que construyese una sola casa más, como favor personal.
El albañil accedio, pero se veia facilamente que no estaba poniendo el corazon en su labor. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera.
Cuando el albañil termino su labor y su jefe fue a inspeccionar la casa, el jefe le extendio las llaves de la puerta principal. "Esta es tu casa -le dijo-, un regalo para ti".
¡Que tragedia! Si solamente el albañil hubiese sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera diferente, ahora tendria que vivir en la casa que construyo, no muy bien que digamos.
Si continuamos nuestras vidas de manera distraida, poniendo en ella menos de lo que merece, veremos la situacion que hemos creado y encontraremos que estamos viviendo en la casa que nosotros hemos construido.
Piensa como si fueras el albañil. Piensa en tu casa. Cada dia clavamos un clavo, levantamos una pared o edificamos un techo. Construye con sabiduria. Es la unica vida que podras construir. Tu vida, mañana sera el resultado de tus actitudes y elecciones hechas hoy.